jueves, 29 de marzo de 2007

Construyendo Shanghai


En su carrera por alcanzar la modernidad, Shanghai se construye y reconstruye a si misma en turnos de 24 horas al día y 7 días a la semana. La ciudad es un gran solar en obra y la grúa, el nuevo tótem. Los responsables de la maqueta de la ciudad en el museo de Planificación Urbana con sus edificios de cartoncillo y madera no pueden seguir el ritmo de las máquinas . Sólo los proyectos emblemáticos gozan del privilegio de ser presentados en el museo antes de que el hormigón les de su forma definitiva.

Shanghai siempre ha sido un campo de pruebas para la arquitectura occidental. En la primera mitad del Siglo XX, fueron las inconfundibles simetrías del Art Deco las que se extentieron por la ciudad. Ya en el tercer milenio, la mezcla entre lo tradicional y lo moderno, entre oriente y occidente y la combinación, a veces excesiva, de distintos materiales ha dado como resultado un estilo propio que no puede dejar indiferente a nadie.

Todo esta transformación no habría sido posible sin el trabajo de millones de inmigrantes provenientes de las provincias del interior. Estos pequeños hombres de haber nacido en Los Ángeles habrían sido jockeys pero en China son caballos de batalla, los que se reservan para el día del combate.

Los inmigrantes son antiguos campesinos reconvertidos a albañiles o a lo que haga falta. Son hábiles y fuertes, inagotables hormiguitas pero con frecuencia despreciados y discriminados por los urbanitas y por el nouveau riche. Desde Jump Tomorrow, les dedicamos este post.

No hay comentarios: