miércoles, 11 de abril de 2007

Los tigres económicos: 10 años después

En abril de 1997 una crisis financiera hizo sucumbir los cimientos económicos y sociales de los países del Sudeste Asiático. Los llamados tigres o NICs, de las siglas en inglés Newly Industrialized Countries, hasta aquel entonces habían sido ejemplo de cómo el crecimiento económico de por si puede acabar con la pobreza. Esta crisis puso en duda el modelo de desarrollo basado en flujos de capital altamente especulativos, los primeros en huir cuando el viento favorable cambia de dirección. Sin embargo, ningún gurú económico fue capaz de hacer este análisis a priori y todos se apresuraron en buscar las causas del naufragio una vez pasado el temporal. El cataclismo también afectó a Corea del Sur y Japón pero apenas tuvo consecuencias en China que por entonces era un gigante a punto de despertar de su largo sueño.

Recuerdo bien esta crisis. Hace una decáda estaba en la universidad y junto con otros dos compañeros tuve que hacer un trabajo y presentación sobre los tigres económicos. Siempre he sentido miedo escénico. Me documenté bien, el Economist y Harvard Economic Review fueron mis fuentes de información. No quería dejar nada a la improvisación. El día de la presentación, mis compañeros se quedaron en casa y tuve que subir solo a la palestra. Pude controlar mi temblor de piernas y expuse mis ideas frente una audiencia para los que todo aquello de los tigres y de los dragones parecía sonarles más a programa infantil que a coyuntura económica. Confieso que a mi también. El profesor, me felicitó por el trabajo aunque creo que más por solidaridad que por otra cosa. Curiosamente, este hombre dirige hoy el ICO, yo me encuentro en pleno corazón del dragón y seguramente, mis compañeros todavía sigan en la facultad.

10 años después de que la crisis financiera devastará las economías del Sudeste Asiático, la región es mucho más rica, tiene menos gente viviendo por debajo del umbral de la pobreza y ha ganado peso e influencia a nivel mundial. Cuando Vietnam alcance el estatus de país de renta media en 2010 (definido como renta anual per capita superior a 900 USD), 9 de cada 10 economías en el Sudeste Asiático serán de renta media.
Todo esto viene a demostrar que existe un lado positivo en cada crisis económica y que muchas veces es inevitable destruir para reconstruir luego sobre las ruinas algo más solido y estable. En los tiempos modernos, las crisis financieras han hecho tambalearse en alguna ocasión a las economías emergentes. Desde Rusia hasta Argentina pasando por el efecto Tequila mexicano nadie se ha librado del riesgo de colapso. ¿Será el sistema bancario chino el próximo en caer? El tiempo lo dirá pero yo por si acaso voy avisando.

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