DATA es una organización no gubernamental fundada en 2002 por Bono de U2, Bobby Shriver y otros activistas de las campañas Jubileo 2000 y Drop the Debt. La aparición de Bono en la escena internacional como hombre de estado, ha coincidido con la "dinosaurización" y la decadencia de la banda de Dublín pero bueno, eso es material para otro post.
La Misión de DATA es acabar con la pobreza y eliminar el Sida en Africa. Ambiciosos objetivos que se conseguirán a través de la condonación de la deuda y del comercio justo. El fortalecimiento de la democracia y la transparencia de los gobiernos son condiciones necesarias para poder llevar al cabo el plan pero si alguna cosa es necesaria por encima de todo son más soluciones y menos discursos.
DATA piensa que la Ayuda es la solución. El encargado de romper el hielo en este asunto fue Bill Gates quien aportó los fondos iniciales a través de su fundación, más tarde George Soros se hizo la foto con su cheque y también otros multimillonarios con repentinos ataques de filantropía. A esta carrera por ser los más solidarios se sumó el G-8 que en 2005, coincidiendo con el concierto Live Aid anunció la donación de miles de millones de dólares y precisamente hoy, cuando todavía no han cumplido aquéllas promesas se sacan de la chistera otra cifra mágica: 60.000 millones de dólares en Ayuda para el Desarrollo.
La filantropía está de moda. Quizá no sea lo que él busque, pero Bono sabe que tarde o temprano le acabaran dando el Nobel de la Paz y eso no es un Grammy. Bob Geldof, un músico que por su aspecto y por su talento, tendría problemas para subsistir tocando en el metro de Londres le debe su mansión en la Riviera francesa a aquéllos a los que dice defender. Si bien todo el mundo está de acuerdo en este loable fin de acabar con la pobreza, los caminos pueden ser distintos y así lo expresó el economista indio Jagdish Bhagwati en una carta abierta a Bono.
Otro claro ejemplo de la rentabilidad filantrópica es el de Al Gore, un señor que no hizo nada por cambatir el cambio climático cuando era Vicepresidente de la nación más poderosa del planeta que ni tan siquiera firmó el protocolo de Kyoto en Diciembre de 1997 y que ahora es el primero en enarbolar la bandera de la causa. De momento, ya le han dado un Oscar y un Premio Príncipe de Asturias, como siga así dentro de poco lo veremos de vecino de Geldof.
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