domingo, 16 de marzo de 2008

Excusas para seguir en China.

Quién no ha echado la vista alrededor en alguna ocasión y ha exclamado qué demonios hago yo aquí, en un momento de desesperación. En el caso particular de China, las razones o mejor dicho las excusas que inventan los individuos no nacidos aquí para no abandonar el barco de manera precipitada son, sin orden de importancia:

El contrato. El viejo dicho de que los contratos están para cumplirlos. En China, se puede interpretar de muchas maneras incluso por la contraria, aún así la mayor parte de expatriados suelen ser leales a la causa durante los 2/5 años que dura su misión.

El amor. Esa persona que tanto te hace reir cuando tomas café y que no te importa no llevarla a la cama la primera noche porque sabes que ya es tuya puede ser la causante de que tu relación amor/odio con China se alargue de manera indefinida.

El idioma. Tengo que aprender mandarín como sea y si no lo hago yo, al menos que lo hagan mis hijos (Sí, suele pasar).

Los JJOO de 2008, la Expo Universal de 2010, el Mundial de Fútbol 2018 o la apertura de la primera fábrica china en Marte en 2027 pueden ser motivos más que suficientes para quedarse y poder contar a los nietos el famoso "yo estuve allí".

La prescripción de los delitos. Este es el pretexto por el que muchos ex concejales de urbanismo viven en China, mientras esperan volver a su país con sus delitos prescritos y con su caradura intacta.

La carrera, cualquiera que ésta sea y que nada tiene que ver con la formación y experiencia previa, pero qué diantres después de cuatro años partiendome la cara con todo el mundo, me voy a ir ahora que las cosas me van bien (Sí aquí, también se oye el "las cosas me van bien" seguido de una breve pausa y un toque de pelo tan rápido como elegante)

El sexo (en cualquiera de sus múltiples formas), si bien en España también hay clubs para swingers, saunas gay, sado a domicilio... no parecen tan divertidos como en China y además suele ser más caro.

Estas son sólo algunas de las excusas reconocidas y otras no tanto, aunque hay muchas más. ¿Cuál es la tuya?

1 comentario:

Antonio dijo...

Muy buena entrada.

Una excusa más que añadir: los precios, todo es mucho más barato.

Y otra: la precariedad laboral en España.