miércoles, 30 de mayo de 2007

Matar al pollo para asustar al mono

Si un marciano aparcara su nave espacial en cualquiera de las plazas del pueblo de China y se informara de la actualidad por la prensa local, definitivamente pensaría haber aterrizado en el país de las maravillas. Desafortunadamente, por mucho que los oficialistas y algunos corresponsales internacionales amantes del corta y pega se empeñen en pasar la aspiradora por la alfombra, la suciedad se queda debajo. Como ejemplo dos noticias que han causado alarma internacional.

La primera está relacionada con dietileno glicol, un sustituto de la glicerina mucho más barato pero con un pequeño inconveniente, es venenoso para el consumo humano ya que en realidad es un anticongelente utilizado en el líquido de frenos. El citado elemento ha sido hallado en un dentrífico vendido en Centro América y es responsable directo de la muerte de 104 personas.

La segunda tiene que ver con comida para mascotas y la melamina que algunas empresas añadían a los compuestos para perros y gatos para aparentemente aumentar las proteínas aunque el efecto ha sido justo el contrario y ha acabado con miles de mascotas en EEUU.

Hasta aquí nada que no haya ocurrido antes, la diferencia es que ahora el problema ha cruzado las fronteras. Los sistemas de control fallan y si alguién se pregunta que tiene que ver el título en toda esta historia, la explicación es muy sencilla. El pollo está vez es Zheng Xiaoyu, antiguo responsable de la Administración Estatal de Alimentos y Medicamentos al que se le ha aplicado la pena capital por aceptar sobornos a cambio de conceder licencias farmacéuticas. Los monos deben estar temblando en su despacho.

杀鸡给侯看 (sha ji gei hou kan)

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