
Era chino, escultor y estudiaba en Lovaina. Se llamaba Tchang Tchong-Jen y
protagonizó una historia conmovedora. Todo empezó con la carta de un cura. El
padre Gosset, capellán de los alumnos chinos de la Universidad de Lovaina,
invitaba al joven Hergé a charlar con sus pupilos antes de enviar a Tintín al
Extremo Oriente. Hergé lo hizo y conoció a Tchang, un joven de su misma edad (27
años) con el que enseguida congenió. Tchang le abrió la puerta a Hergé de la
fascinación por China y a cambio él creó un personaje con su nombre, el del
pequeño niño chino que sale al paso de Tintín en las páginas de 'El loto
azul'.
Pero Tchang sale de la vida de Hergé tan de golpe como aparece.
Regresa a su país y le pierde la pista. Durante décadas no sabe nada de él. Su
estela sólo reaparece en sus dibujos a finales de los 50, en 'Tintín en el
Tíbet', con el dibujante en plena tormenta existencial. Y sin embargo, por uno
de esos milagros inexplicables, a mediados de los años 70 Hergé se entera por
medio de un tercero de que su amigo es ahora el presidente de los artistas de
Shanghai y reanuda con él una relación epistolar. Sólo dos años antes de la
muerte del dibujante, en 1981, Tchang y Hergé se reencuentran ante la prensa.
Como fondo, la reproducción de una viñeta en la que Tintín abraza a su amigo
chino. ¿Quién dijo que la ficción y la realidad son cosas distinta
Las aventuras de Tintín han sido traducidas al mandarín y como muestra un botón:
Tintin 丁丁 Ding Ding
Milú 百雪 Bai Xue (copito de nieve)
Capitán Haddock 船长 Chuan Zhang (capitán de barco)
y la mejor de todas los famosos rayos y centallas, en chino 见鬼 Jian Gui(ver fantasmas)
1 comentario:
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