martes, 24 de marzo de 2009

No más asociaciones

Groucho no pertenecería a un club que le admitiera como socio y yo que siempre he sido marxista de verdad, le tengo que dar la razón. Ultimamente, hay que esconderse en la cueva para que las distintas asociaciones, clubes de la amistad, casas nacionales o regionales y agrupaciones de ex de alguna cosa te atrapen en su red en forma de lista de distribución.

Anónimos ciudadanos unidos por un interés tan difuso y tan disperso como el manager que lo gestiona. Los últimos en subirse al carro del provincialismo expat, el casal valencià en China. Asociación gratuita y sin ánimo de lucro cuya misión es la de unir, estrechar lazos, puentes o cualquier cosa que pueda ser unida. En una palabra, amistad contrarreembolso.

Y además totalmente gratuita, mandanos tu solicitud y una pareja de fallerets llamará a tu puerta per ofrenar noves glories a China. El altruismo murió con las ONG, a otro perro con ese hueso.

martes, 3 de marzo de 2009

Españoles por el mundo (versión Shanghai)

Españoles por el mundo es poner a rodar la bola del mundo hasta pararla con el dedo. Una idea sacada de una aula de primaria pero ensalzada a experimento sociólogico del late night. Curiosamente, el dedó cayó en Shanghai y no Bamako aunque seguramente en ésta última ciudad también haya algún paisano esperando a que la productora meta el objetivo en sus amigdalas. En la era del crack del 08, el programa puede mostrar al españolito atractivos destinos a los que emigrar y you tube puede convertir el reality en una versión post-moderna del emigrante de Juanita Valderrama.

Ayer el programa estaba dedicado a Shanghai, la protagonista de este blog y aunque a mi madre le hayan preguntado si salí, ella bien sabe que nunca lo haría. Mi blog lo firma otro y mis 15 minutos de telegenia tendrán que esperar a Marcianos en Plutón. Envidia pensaran los bien pensados

Ir de puerta en puerta vendiendo apariciones en el programa tal vez sea más fácil que cazar almas para Jehova y lo esperable es que te cierren la puerta en las narices. Aún así, los reporteros lograron meter Shanghai en un frasco. La muestra fue representativa. No hubo ex-trapecistas del circo de Angel Cristo, ni marineros varados en las aguas del Huangpu, ni cooperantes fumando porros. Hubo lo que hay: una radiografía de un expat multimedia y políticamente correcta.