Sentado en el sillón de los momentos inútiles inicio la travesía a un nuevo día. Reducido a silencio y a penumbra.
A lo lejos, las luces de la ciudad se presentan ante mi en pantalla plana. Dentro, otras luces, las de un módem, parecen indicar mis constantes vitales. Estables dentro de la gravedad.
Nada pasa, ni siquiera el tiempo. Los relojes se han parado y ni los viejos se levantan a orinar.
Solo y mal acompañado me pregunto qué dirección tomó la esperanza. Tan lejos, tan cerca.
2 comentarios:
Yo tomaria la esperanza .
besitos
luna
querido meta, yo creo que tienes una morriña de tu tierra muy grande no? avisame cuando estés de vuelta amigo...
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